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Preparado para la muerte

Viernes, 24 de abril de 2020

Preparado para la muerte

1 Corintios 15:55

“Oh muerte, ¿dónde está tu victoria? Oh muerte, ¿dónde está tu aguijón?”

Alguien me envió un mensaje esta semana y dijo: aunque la muerte representa el fin de un camino lógico y temporal por el que vivimos, muy pocas personas verdaderamente hacen un adecuado arreglo para lidiar con su llegada. Incluso para hombres y mujeres de fe, esto es verdad. Pero con el ininterrumpido paso de Covid-19 por todo el planeta de oriente a occidente, la muerte está en todas partes y muchos están forzados a confrontarla de un golpe.

Uno de mis primos murió hace 12 años, relativamente joven, tenía 57 años. Su hermana todavía está furiosa con él por su muerte. Todos hemos tratado de soportar la pérdida repentina de él, pero su hermana lo culpa, y es una forma que ha buscado para soportar la pérdida de su amado hermano.

Lidiar con tal pérdida nunca es fácil, pero su insistencia de culpar al hermano me recuerda una vieja canción guyanés de Mighty Kaieteur. Mucho de ustedes han leído y escuchado de esto. Es la historia de un borracho que visitaba la tumba de su compañero de borrachera en el cementerio. Después de anunciarse y alardear que él no iba solo, sino con su botella, el comenzaba a retar a su amigo muerto con preguntas tontas. Como por ejemplo: ¿Por qué respondiste cuando te llamo la muerte?, ¿por qué no te escondiste?, ¿por qué no fuiste listo con ella así como lo hacías conmigo? Todo en la vida siempre tiene un final.

Escuchando esa canción antigua se puede ver el gran campo y alcance evangelístico.

Él examina el hecho de que su amigo no podía comprender el dolor que él sentía porque estaba muerto. Pensaba en cuanto dinero él había ahorrado desde que no bebían juntos. Meditaba en que la tumba donde su amigo estaba era el destino final de todos algún día. Es aquí donde se pone religioso y comienza hablar de cambiar su vida. Le pregunta a su amigo de hacer lo correcto con Dios y que le hable bien de él. Él abandona el lugar, dándose su último trago y reconociendo que la muerte vendría por él algún día.

Si está interesado por la canción guyanés por favor escúchela en: https://www.youtube.com/watch?v=dIuLnW8ZXP4)

Muchas veces, cuando nos enfrentamos a la muerte vemos con claridad las cosas de la vida. No importa como la vivamos, la muerte es inevitable. Algunas personas tienen miedo a enfrentar la muerte y su temor los seduce a solo pensar en comer, beber y divertirse ya que piensan que tal vez mañana morirán.

Jesús contó la historia de un hombre que perdió de vista la inevitabilidad de la muerte y perdió su enfoque. El hombre segado por la copiosa cosecha tomó el camino equivocado.

“Y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; ¡relájate, come, bebe y diviértete! Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedir tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? ” Lucas 12:19,20 RV60.

La semana pasada mi hijo me preguntó sobre la seguridad que tenía del paraíso, el infierno y del encuentro con Dios. Hablamos un poco de eso y luego compartí con él las palabras de una antigua canción de Andraé Crouch – “Si nunca se me hubiese prometido el cielo”. El coro dice: “Pero si el cielo nunca me fue prometido, ni la promesa de Dios de vivir eternamente. Ha valido la pena tener al Señor en mi vida. Estaba viviendo en un mundo de oscuridad, pero Tu viniste (Jesús) y me trajiste luz. ”

Jesús contó otra historia de alguien que descubrió demasiado tarde que el cielo, el infierno y Dios eran reales. “Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. Y en el hades alzó sus ojos, estando en tormentos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama. ” Lucas 16:22-24

La pregunta que el apóstol hace en nuestro versículo principal es bien extraña. Leerlo en su contexto nos da a entender que vencer la muerte no significa quedar vivo.

Hace un tiempo atrás, un científico australiano, murió por suicidio después de viajar a Suiza, él dijo que estaba cansado de vivir. En realidad vencer la muerte es tener esperanza de vida no sentirse agobiado por ella.

“Pues nuestros cuerpos mortales tienen que ser transformados en cuerpos que nunca morirán; nuestros cuerpos mortales deben ser transformado en cuerpos inmortales. Entonces cuando nuestros cuerpos mortales hayan sido transformados en cuerpos que nunca morirán se cumplirá la siguiente Escritura: La muerte es devorada en victoria. ” 1 Corintios 15:53-54 NTV

El poeta guyanés, Martin Carter, comienza su poema “Muerte de un amigo” con estas palabras: La muerte no debería encontrarnos pensando en que moriremos. Carter estaba hablando en un contexto muy diferente pero es una realidad.

Vecemos la muerte por la victoria de Jesús, “que es Cristo en nosotros, la esperanza de gloria.” Colosenses 1:27

Piensa en estas cosas

  1. ¿Alguna vez has tenido o tienes miedo a la muerte?
  2. ¿Cómo la muerte de familiares o personas allegadas a ti pueden afectar tu vida?
  3. ¿Qué le dirías a alguien que está de luto por la pérdida de un ser querido?

Oración principal

Hoy oramos por este tiempo, especialmente por el que estamos enfrentando, de turbación y muerte. Que seamos capaces de consolar a otros “por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios. ” 2 Corintios 1:3,4.

En su Gracia

Pastor Alex

Traducido del inglés al español por Yodalys Urquiza Ortiz

Notas:

  1. Este devocional fue primeramente publicado el viernes 6 de julio de 2018 titulado “Venciendo la muerte”, editado y actualizado por meditación durante la actual pandemia Covid-19.
  2. Foto: Yo parado frente un ataúd en el cementerio, en el entierro de mi madre en el año 2005.

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